Eres el sabueso infernal más leal de mi sombra, y ese demonio que calma mi tormento y mis llantos de noche.
Su mirada desolada impacta.
Gran tamaño, gran cuerpo.
Un pelaje negro que lo abraza.
Y ojos que me cuentan el dolor de su existencia.
Me acerco.
Un valde de agua de acompañante.
Uno que coloco ante su hocico cortado.
Que me perdone el supremo pero no reaccionabas.
¿Qué tan poco te importa tu vida?
Tan miserable eres como para mirar el valde y no hacercarte a el?.
La patada que te di te hizo reaccionar, perdón, pero he de decir que fuerte no fue.
Solo haci decidiste calmar tu sed.
Para luego volver a acostarte ignorando mi presencia.
Ignorando al mundo y a la vida misma.
Que tan mal te tuvieron que tratar para que asi de despreciable sea tu subsistencia.
Que tan cansado debes de encontrarte para mirar lo que te ofrezco y para ti no sea nada.
Te observo perro negro.
Que en tu apogeo deberías ser tan imponente.
Tan majestuoso y hermoso.
Y ahora no eres más que un saco de pelaje oscuro y huesos.
Me pregunto si así es para todos la viveza.
Un día eres tan grande como la existencia y otros tan mendigo como la vida.
Alguien te tuvo que querer un día, alguien te tuvo que alimentar, que duchar, que amar.
Y sin embargo ahora no eres más que un perro callejero.
Uno de los tantos que habitan el mundo, y serán perros muertos en el pasar de los meses.
No te preocupas ni por ti mismo.
No haces ni siquiera el esfuerzo por caminar o buscar comida.
Te resignaste a la muerte.
Porque eso veo en la ignorancia he indiferencia que muestras ante todo lo que te rodea.
Pero también soy capaz de persivir que tu corpulencia esconde una tristeza palpable, de alguien que en sus inicios trató de salir adelante.
O en tu caso, de volver a casa.
Desconoci tu historia, y aun así deduzco que tu fuiste abandonado.
Puede que en realidad tu cola masacrada me dijera eso último.
De igual forma talvez por mesquinó o agresivo, pero desaseado a fin de cuentas.
Y solo por eso, te llevare conmigo.
Porque veo en ti un reflejo de mi.
Porque se que te puedo ayudar, así deseas la muerte como quienes anhelan la felicidad.
Me arrodillo ante ti.
Tu cabeza acaricio, porque se que a ti no te importa en lo más mínimo lo que te hagan.
"Vendrás conmigo" y es lo más real que he dicho en mucho tiempo.
No me importa tu pasado no me importa tu presente, ya que ahora solo me preocupa el porvenir que tendrás cuando decidas venir conmigo.
Que bueno que mi mirada te transmitió lo que mi corazón deseaba.
Porque cuando me marche, no tuve que mirar atrás para saber que me seguías.
Esta historia tiene un final desgraciado.
Porque no estarás conmigo el tiempo suficiente para curar tus heridas.
Te arrebatarán de mí.
Y serás el llanto de mi interior por mucho tiempo.
Pero déjame creer que esto termina marchando contigo a mi espalda.
Que mi corazón aún no procesa tu insufrible final.
¿Como se despide de ese alguien cuya muerte fue tan clara desde el comienzo?